En Perú y Bolivia, actualmente 212 religiosas atienden a más de 2.100 ancianos de los que no se ocupa nadie más. Ellos no solo necesitan ayuda para lavarse y comer, sino también atención y ayuda en sus necesidades espirituales. Las hermanitas se ocupan de forma integral de estos ancianos desamparados.

Apoyar a esas hermanitas, es una obra de caridad con ellas, pero especialmente con los ancianos que dependen de la compasión y caridad de las religiosas, pero, las religiosas dependen de tu generosidad. 

“Cuidar el cuerpo para salvar las almas” (Santa Teresa Jornet)

Al donar para esta campaña de ayuda a religiosas en el mundo entero, permites que muchas mujeres de vida consagrada que dedican sus vidas al prójimo puedan recibir un apoyo para continuar su labor.