El conflicto que empezó en 2011 tuvo un impacto extraordinariamente destructivo en vidas, arruinó la Infraestructura de salud y educación en el país:
En Siria, más de 1,7 millones de niños no van a la escuela.
Una de cada tres escuelas no se puede utilizar porque está destruida, dañada o porque alberga a familias desplazadas.
El sistema educativo perdió 150.000 personas, más de un tercio de su personal, lo que afectó significativamente a la calidad de la educación.
«Las mayores ruinas están en las almas de las personas»
El acceso a la educación a menudo está limitado por problemas de seguridad y un número suficiente de escuelas. Los niños tampoco asisten a la escuela debido a imperativos socioeconómicos, como la necesidad de trabajar para alimentar a sus familias o el hecho de que sus padres no pueden pagar las cuotas escolares.
Para aquellos que logran ir a la escuela, los padres tienen grandes dificultades para encontrar dinero para pagar necesidades básicas como papelería, lápices, etc, y es por eso que la hermana Annie Demerjian ha lanzado este proyecto para proporcionar estos artículos en varias Provincias sirias, donde los cristianos siguen presentes.
«Pese al trauma de la guerra, muchos cristianos en Oriente Próximo vuelven a mirar al futuro»
La bolsa de la escuela contendrá los artículos básicos que un niño necesita en el nivel de la escuela primaria como libros de ejercicios, bolígrafo, lápiz, borrador, sacapuntas… a un costo de $20 por niño. El número total de niños beneficiarios es de 10.885 personas que viven en Damasco, Alepo, Homs, Kamashli, Hassakeh, Swidaa, Horan, Maloula.
El presupuesto total, incluidos los gastos de envío y administración, es de $200.000.
¡Ayuda a llevar esperanza de un futuro mejor en Siria! Donando para la formación de los niños, tú estás colaborando con las nuevas generaciones.
¡DONA AHORA!
