Servir el pueblo de Dios es mi misión

Servir el pueblo de Dios es mi misión

Sor Sandra López es la superiora del convento Nuestra Señora de la Caridad del Cobre de las Albertinianas de la Realeza de Cristo, orden nicaragüense de la diócesis de Estelí, muy comprometida con la evangelización de la comunidad.

Estas religiosas vestidas de negro y blanco son fieles a su misión de servir a los enfermos y a los más necesitados y lograr que Dios forme parte de sus vidas. 

Trabajan en una zona muy pobre donde la mayoría de las familias están formadas por madres solteras con varios hijos, sin posibilidad de escolarizarlos y con falta de formación profesional que les permita sacar adelante a sus pequeños. De ahí que sor Sandra lleva años intentando poner en marcha proyectos de desarrollo para que estas madres puedan educar y alimentar a sus hijos y darles valores cristianos para que salgan del ciclo de pobreza y violencia doméstica en el que se encuentran.

Sor Sandra López, superiora del convento Nuestra Señora de la Caridad del Cobre de las Albertinianas de la Realeza de Cristo

Después de algunos proyectos solidarios fallidos como hornos de pan, cursos de costura y otros, por fin han dado al clavo: criar y ordeñar cabras para vender la leche y sostener a sus familias. 

“De momento once familias se han comprometido con el proyecto se han formado en la crianza de estos animales, pero después de un año y con solo una familia de baja, el proyecto avanza.”

Las familias están ilusionadas y sor Sandra nos lo cuenta con orgullo de madre.

Entre toda la comunidad, han construido un colegio parroquial inaugurado en febrero de 2019. Sor Sandra cree en el valor de la educación. La religiosa también colabora en la universidad católica de Estelí y junto al obispo, Mons. Mata, lidera un gran proyecto de formación y futuro para los jóvenes de Estelí. A ningún joven que lo solicita se le niega una beca.

“Nunca nos han defraudado, completan sus estudios con buenas notas hasta el fin de su ciclo de formación”.

En medio de la crisis, Sor Sandra entrega su vida para que las familias puedan seguir adelante. Es la llamada que Dios le ha hecho.

Ayuda a una religiosa a continuar con su misión de misericordia; tu colaboración es fuente de esperanza para toda una población que depende de las hermanas misioneras.